fin de la tregua
Sectores de la izquierda abertzale critican en reuniones internas el dirigismo de ETA
Arnaldo
Otegi y Rafa Díez han censurado en privado la «incompetencia política»
de la banda y la falta de autonomía para sus actividades
E. C./BILBAO
DISCREPANCIAS. Arnaldo Otegi y Rafa Díez hablan en un acto público de la izquierda abertzale. / IGNACIO PÉREZ
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Sectores
de la izquierda abertzale han mostrado en las últimas semanas en foros
internos un fuerte malestar con la actuación de ETA durante el proceso
y, en particular, por la forma en la que rompió la tregua. En varias
reuniones, algunos de los interlocutores han llegado a expresar su
«hartazgo» por la tutela de la banda en todas las decisiones de la
izquierda abertzale y su incomodidad ante la nula autonomía que les
concede ETA, según han señalado a este periódico fuentes conocedores
del proceso.
Dos de las voces que han destacado por su actitud
crítica han sido el actual portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo
Otegi, y el secretario general del sindicato LAB, Rafa Díez Usabiaga.
Ambos llegaron a hacer públicos comentarios críticos con la actuación
de la banda a los pocos días de la explosión de Barajas, en la que
murieron dos emigrantes ecuatorianos. En especial, sus palabras se han
dirigido contra el comunicado en el que la banda reconoció el atentado
de la T-4, añadió que el proceso no estaba roto, pero se reservaba la
posibilidad de cometer atentados. Era la primera vez que Batasuna se
dirigía de esta manera tan contundente a la propia ETA.
Arnaldo
Otegi reconoció que el mensaje de la banda había creado «confusión», ya
que anunciar hipotéticos atentados restaba credibilidad a la propia
declaración deETA de mantener el alto el fuego. Las declaraciones de
Otegi se interpretaron como un signo evidente de que existen sectores
de la izquierda abertzale críticos con la decisión de la organización.
Esta percepción se vio reforzada ese mismo día cuando Pernando Barrena
rectificó a Otegi y aseguró que sus palabras se habían malinterpretado
por un error de traducción.
Al día siguiente, Rafa Díez se
alineó con las tesis de Otegi e instó a ETA a «eliminar los factores de
ambigüedad» creados por el comunicado, palabras que iban acompañadas de
una petición similar dirigida al Gobierno de Zapatero. El líder
sindicalista agregó que «no hay proceso con bombas», para seguidamente
añadir que eran necesarios cambios en la política penitenciaria y en la
estrategia seguida con respecto a la actividad de la izquierda
abertzale. El miembro de Batasuna Joseba Permach terció en el debate
asegurando que las reflexiones de Otegi eran de toda la izquierda
abertzale.
Según distintas fuentes, las palabras de ambos
dirigentes eran la punta del iceberg de un debate más fuerte que se
estaba desarrollando en distintos ámbitos de la izquierda abertzale. En
esa reflexión, las críticas iban dirigidas a ETA por su «incompetencia
política» a la hora de gestionar el alto el fuego y el dirigismo
absoluto con el que se ha comportado con respecto, por ejemplo, a la
mesa de partidos. Estas críticas suponían poner en entredicho la
estrategia basada en la iniciativa de Anoeta -la creación de dos mesas,
una política con los partidos y otra técnica, entre el Gobierno y la
banda-, al considerar que era la propia organización la que había
acabado por intervenir en las discusiones entre los partidos o, en
ocasiones, obligando a Batasuna a rectificar decisiones ya tomadas y,
finalmente, a cuestionar su propio papel en el proceso.
Estrategia
Las
posturas discrepantes con respecto a ETA, en este sentido, no
rechazaban el uso de la lucha armada, sino la falta de estrategia de la
banda y sus errores durante el proceso de paz. Además de no haber
permitido iniciativas de Batasuna, en ese tiempo se han producido
hechos como el robo de armas de Francia, cometido el día previo a que
el Parlamento europeo discutiera y aprobase por una exigua mayoría un
apoyo al proceso de paz. Esta acción puso en evidencia las actitudes
reales de la banda y restó credibilidad en instancias internacionales
al discurso que en esos momentos practicaba Batasuna.
Según
distintos medios, el debate sobre estas cuestiones no está siendo
pacífico en el seno de la izquierda abertzale, ya que las reflexiones
críticas con la banda suponen un desafío a la ortodoxia de la
organización. Algunas fuentes consideran que un aumento de la tensión
podría acarrear que alguno de los dirigentes que están impulsando las
críticas sean apartados de la vida política.
Crispación
No
obstante, las discusiones internas están condicionadas por factores
exógenos. La reciente decisión de la Audiencia Nacional de mantener en
prisión al preso de ETA Iñaki de Juana lleva a la izquierda abertzale a
cerrar filas y a aplazar cualquier debate. Asimismo, el aumento de la
crispación que se espera con la evolución médica del preso podría
silenciar las voces más discrepantes, por lo que no se espera ningún
gesto positivo en las próximas semanas.
En el mismo sentido, las
fuentes consultadas destacan la existencia de sectores de la izquierda
abertzale con un grado mayor de radicalidad del que hasta ahora han
expresado sus dirigentes en público y con una gran capacidad de
condicionar la actividad de Batasuna. Estas corrientes estarían detrás,
por ejemplo, de la decisión de Batasuna de no iniciar su legalización,
paralizada en el último momento el pasado verano.
http://www.elcorreodigital.com/alava/prensa/20070129/portada_ala/sectores-izquierda-abertzale-critican_20070129.html