Localizan el cuerpo de uno de los ecuatorianos desaparecidos

ETA ROMPE EL ALTO EL FUEGO
Localizan el cuerpo de uno de los ecuatorianos desaparecidos tras el atentado de Barajas
Los equipos de rescate han localizado el cuerpo sin vida de Carlos Alonso Palate, de 34 años, en el interior de su vehículo, que se encuentra sepultado bajo una gran cantidad de escombros. Es la primera víctima mortal de ETA desde mayo de 2003.
:: Especial "ETA, una herida abierta"
Fotógrafo: EFE
Carlos Alonso Palate





EFE. Madrid | Los equipos de rescate han localizado el cuerpo sin vida de uno de los dos ecuatorianos desaparecidos tras la explosión de una furgoneta-bomba en el aparcamiento de la T-4 del aeropuerto de Barajas, informaron fuentes de Emergencias Madrid.

Los equipos de rescate han encontrado el cuerpo de Carlos Alonso Palate, de 34 años, a las 18.45 horas, en el interior del vehículo que se encuentra sepultado bajo gran cantidad de escombros que deben de ser previamente retirados para acceder al coche.

Los bomberos del Ayuntamiento de Madrid y la Policía Científica lograron localizar el vehículo tras realizar un pequeño orificio entre los escombros, a través del cual pudieron observar que también se encontraba el cadáver de esta persona desaparecida tras el atentado del pasado sábado.

Sepultado entre los escombros

Carlos Alonso Palate quedó sepultado entre los escombros del módulo D del aparcamiento de la T-4 del aeropuerto de Barajas tras la explosión de la furgoneta-bomba con la que ETA rompió el pasado sábado el "alto el fuego permanente", decretado hace nueve meses.

Palate se encontraba desaparecido desde ese momento al igual que otro compatriota, Diego Armando Estacio, de 19 años, que aún está siendo buscado por los equipos de rescate, junto al coche en el que se encontraba, entre los escombros del aparcamiento.

El vehículo de Palate se encontraba en la planta 0 de este módulo, lugar al que llegaron los servicios de emergencia y seguridad que trabajan en las tareas de desescombro.

En estos momentos, dos grúas está retirando los escombros y amasijos de hierro entre los que ha quedado sepultado el vehículo para tratar de sacar el coche y el cadáver.

También está previsto que acudan próximamente al aeropuerto el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, que se encuentra esta semana de guardia, acompañado del fiscal Vicente González Mota para hacerse cargo del levantamiento del cadáver, informaron fuentes jurídicas.

Primera víctima en casi cuatro años

Carlos Alonso Palate se ha convertido en la primera víctima mortal de la organización terrorista desde el 30 de mayo de 2003, día en el que fueron asesinados en Sangüesa (Navarra) los policías nacionales Julián Embid y Bonifacio Martín. Embid y Martín, de 53 y 56 años, respectivamente, fallecieron por la explosión de una bomba-lapa que los terroristas habían adherido a los bajos del vehículo del Cuerpo Nacional de Policía que utilizaban como oficina móvil del DNI.

Desde entonces, la única persona que había perdido la vida víctima del terrorismo fue la empresaria zaragozana Ana Isabel Herrero, a quien un "comando" de los GRAPO descerrajó varios disparos cuando intentaban secuestrarla junto a su marido el 6 de febrero pasado.

Entre el temor y la esperanza

El fallecido residía en Valencia desde hace cinco años, era soltero y trabajaba en la construcción. Dos hermanos del asesinado se trasladaron a España tras el atentado. Uno de ellos, Luis Jaime, dijo a su llegada que se temía lo peor sobre el destino de su hermano, con quien había hablado por última vez el día 28 para felicitarse las Navidades.

Explicó que eran cuatro hermanos, tres chicos y una chica, y que Carlos era el único que vivía fuera de Ecuador. Todos ellos son de Ambato, un pueblo a dos horas y media de Quito.

Un tío de Carlos, Luis Antonio, mantenía aún este miércoles el optimismo y decía que "a pesar del dolor por el paso de los días", el "anhelo y esperanza de la familia sigue siendo encontrarlo con vida".

Desde el primer momento seis psicólogos del SAMUR-protección Civil brindaron apoyo y compañía a los familiares de las víctimas las 24 horas del día en el Hotel Auditorium, donde recibieron la visita de diferentes políticos.